Las informaciones entregadas por el comando de la Policía del Magdalena señalan que la capturada tenía 16 armas de fuego entre pistolas, revólveres, escopetas y fusiles, elementos de intendencia de uso privativo de las Fuerzas Armadas y base de coca.
Uno de los procesados fue capturado en Cereté, las otras dos personas fueron judicializadas en los centros carcelarios donde están recluidos por otros procesos.
La captura de la séptima persona presuntamente implicada en la muerte y desmembramiento del biólogo italiano ocurrida el 6 de abril en Santa Marta, se dio en vía pública de la urbanización Las Vegas.
Estefany Andreina Rodríguez Perdomo y Kennedy Chanil Jiménez Pérez judicializados por su presunta responsabilidad en un hurto en el barrio Getsemaní. Foto: Fiscalía
Este resultado se dio en cumplimiento de los enfoques estratégicos de proteger a la población civil, la gobernabilidad y disminuir las capacidades de la amenaza. Foto: Ejército Nacional
La sentencia, que también señala su presunta responsabilidad en el homicidio del conductor de chiva Camilo Barrientos, establece que “la prueba en su mayoría señala la posible actuación del grupo criminal (…) con pretensiones criminales ampliamente detalladas”. Para el Tribunal, el delito se configura desde la concertación para cometer los hechos atribuidos al grupo. Con la condena, el Tribunal ordenó: “Revocar la sentencia absolutoria proferida el 13 de noviembre de 2024 (…) y declarar penalmente responsable a Santiago Uribe Vélez de los delitos de homicidio agravado y concierto para delinquir agravado”. Una vez quede en firme, se emitirá orden de captura para el cumplimiento de la pena. Aún puede impugnar Aunque el fallo corresponde a segunda instancia, el propio Tribunal dejó abierta la posibilidad para que la defensa interponga impugnación especial, por tratarse de la primera decisión condenatoria en esta etapa del proceso. Las demás partes podrán acudir al recurso extraordinario de casación. La defensa, encabezada por el abogado Jaime Granados, ha insistido en la inocencia de Uribe y en que las acusaciones ya habían sido desvirtuadas. Sin embargo, la resolución del Tribunal reconfigura el caso diez años después de iniciada la investigación.